CONCLUSIONES

Emprende y Vive 2018

Conclusiones por : Domingo Gómez Orea y Pilar San Miguel Tabernero

La jornada se planteó como un foro de intercambio de ideas con un doble objetivo:

  • debatir sobre las causas y consecuencias de la despoblación y sobre herramientas que permiten hacer frente a este problema y
  • dar a conocer experiencias de éxito en relación con la creación de oportunidades de empleo y con la mejora de la calidad de vida en el medio rural más despoblado.

El texto que sigue intenta estructurar las ideas y experiencias expuestas por los ponentes, y recoger algunas de las principales conclusiones.

 

Las zonas rurales son territorios atractivos y llenos de oportunidades

El mundo rural va adquiriendo un cierto protagonismo en la sociedad moderna en contraposición con el tradicional desprestigio del campo frente a la imagen atractiva de las ciudades, aspectos ambos que han influido con fuerza en la despoblación. Ese cambio de imagen es posible de la mano de los nuevos valores. Si se consigue cerrar la brecha digital, las nuevas tecnologías de la información y la comunicación pueden contribuir a afianzarlo.

Muchas zonas cuentan con unos equipamientos, servicios e infraestructuras de transporte y de telecomunicaciones aceptables, y disfrutan de unas excelentes condiciones de naturaleza, de paisaje y ambientales, que las hacen atractivas. En todo caso, el cambio de estilo de vida de urbano a rural implica un cambio cultural y de paradigma.

Si a lo anterior se añade una cierta añoranza de formas de vida y cultura “naturales”, solidarias y autosuficientes, nos encontramos con que un número significativo y creciente de personas desean vivir en el medio rural, aceptado sus limitaciones y aprovechando su ventajas.

 

La despoblación es reversible

En las últimas décadas en la UE han habido territorios que han afrontado con éxito la despoblación del medio rural actuando en los siguientes aspectos: dotación de infraestructuras básicas y de servicios; mejora de la financiación de las entidades locales; mejora de la fiscalidad y fomento del asentamiento de mujeres y de jóvenes.

Ha de actuarse tanto fijando la población que aún permanece como fomentado la repoblación.

Hay muchas maneras de estar en el territorio, como demuestran las alrededor de 50 ecoaldeas que hay en nuestro país. Las ecoaldeas son pequeños asentamientos que se autogestionan a través de procesos participativos para asegurar la sostenibilidad a largo plazo en sus cuatro dimensiones económica, ecológica, social y cultural.

 

Contar con mujeres y jóvenes

Hay dos colectivos cuya implicación es estratégica:

  • Es necesaria la mayor presencia de mujeres en el medio rural. Las mujeres no son procreadores, sino emprendedoras. Llevan siglos trabajando de forma invisible en el medio rural, tanto en el ámbito doméstico como en el sector agrario y forestal. Debería fomentarse además su implicación política, pues ayudaría a vencer las barreras que les han separado del medio rural y por tanto a acoger a otras mujeres.
  • Es necesario el protagonismo de jóvenes. Además los valores del medio rural encajan muy bien con los valores de la juventud actual: solidaridad, humanidad, alimentación saludable, conexión con la naturaleza, conservación de recursos, etc. Eso sí, la conectividad digital también suele ser importante para ellos. 

Pero no exclusivamente mujeres y jóvenes. También se ha de facilitar la acogida de dos colectivos para los que el medio rural también puede ser atractivo:

  • Mayores: muchos de ellos son de origen rural, pueden aportar muchísimo conocimiento y son demandantes de servicios que crean empleos, o al menos los mantienen.
  • Inmigrantes: muchos desearían a vivir en el medio rural si encontrasen empleo y vivienda, y unos servicios básicos. 

 

La población actual o potencial debe ser la que decida su desarrollo futuro

El proyecto de territorio debe surgir de los propios pobladores actuales y/o futuros e implementarse con su total y permanente implicación.

Hay que sensibilizar a la población local sobre la importancia de:

  • “Activarse”, es decir de participar y comprometerse: ¿qué puedo hacer por el entorno en que me muevo?. Si no nos movemos, los problemas no se van a solucionar. Hemos de tomar las riendas de nuestro futuro.
  • Definir un proyecto para su territorio: los territorios sin proyecto “se mueren”.
  • Facilitar la repoblación con un buen sistema de acogida: más población implica más servicios, y por tanto más empleos, implica futuro. Es bueno para todos.
  • Exigir el apoyo de los poderes públicos, en la dirección que proponga la población actual y potencial: planificando inversiones y dotación de servicios de forma equilibrada, habilitando líneas de ayudas, dando apoyo legal a proyectos de repoblación de zonas abandonadas, reivindicando mejores condiciones fiscales y de seguridad social y una PAC especial para estas zonas, etc. 

 

Política de Desarrollo Rural propia y estratégica

Hace falta una política de desarrollo rural propia a nivel nacional y autonómico, con objetivos a corto, medio y largo plazo.

Esa política de desarrollo rural debe ser coherente con una ordenación del territorio renovada que contemple la multifuncionalidad del medio rural y trate de conectar lo rural con lo urbano.

Los municipios deben diseñar la red y trabajar en red, especializarse y cooperar, en lugar de competir por servicios e infraestructuras. Debe optimizarse la dotación de infraestructuras y servicios, garantizando equilibrio territorial y el efecto multiplicador.

La Estrategia Nacional frente al reto demográfico pretende ser el instrumento de consenso que guíe las actuaciones de las distintas administraciones en favor de la mayor cohesión territorial en nuestro país en los próximos años. Y debe de ser complementaria con las estrategias autonómicas y locales-comarcales.

En cuanto a fondos finalistas en el corto plazo, encontramos:

  • El FEADER, que se aplica a través de ayudas que convocan las administraciones autonómicas o a través de los grupos de acción local
  • La ITI de Castilla-La Mancha.
  • Las 20 oficinas de la despoblación, dotadas con un presupuesto conjunto de 10 M€, recogidas en el proyecto de Ley de Presupuestos Generales del Estado para 2019.

Si se consigue que a medio plazo, la política de cohesión comunitaria (FEDER y FSE) beneficie específicamente a las zonas despobladas sería una buena noticia. En todo caso debería velarse porque los fondos lleguen mayoritariamente a esas zonas y que la población participe activamente en decidir su destino.

El enfoque de abajo arriba en el diseño y aplicación de las estrategias y, en su caso, en la aplicación de los fondos es fundamental. Es necesario dar mayor voz y a mayores medios a los municipios y a las entidades supramunicipales y a los grupos de acción local.

 

Emprender en zonas despobladas es difícil, pero es posible

  • El emprendimiento social y ambiental está abriendo nuevas posibilidades de empleo en el medio rural (empresas de logística, cuidados de personas, transporte, energía, reciclaje, etc.).
  • El sector agrario sigue generando renta y empleo, pero en zonas de bajas producciones hemos de buscar ventajas competitivas con formas de producción más sostenibles (agricultura ecológica, explotaciones mixtas agroganaderas, transformación artesanal, etc.).
  • Las explotaciones intensivas generan gran impacto ambiental y se llevan el valor añadido y los beneficios fuera del territorio.
  • Pero tan importante como producir bien es dar valor añadido a los productos y venderlos bien, haciendo llegar a los consumidores las características más saludables de estos productos (muchos consumidores ahora buscan esta información).
  • Productos de “pago” o “finca”, tal y como hoy se hace con el vino (delicatessen).
  • El sector forestal es susceptible de generar otros aprovechamientos (micológico, resina, turismo activo, etc.).
  • La puesta en valor y la difusión de productos tradicionales de calidad: miel, aromáticas, embutidos, repostería, etc.
  • La cultura puede desarrollarse en cualquier lugar: el medio rural es una fuente de inspiración artística.
  • Turismo de bienestar y sanación: el medio rural proporciona baños de bosques, aire puro, cielos limpios, estrellas, silencio, etc.
  • Las nuevas tecnologías de la información y la comunicación: crean empleo en el mantenimiento de instalaciones, el diseño de aplicaciones, permiten teletrabajar, formarse para adaptarse a nuevos empleos, etc.

 

Las Asociaciones de Desarrollo Rural pueden impulsar los cambios

Sería deseable que las Asociaciones de Desarrollo Rural, que diseñaron en 2015 y están aplicando las estrategias comarcales para el actual periodo de programación, sean las que asuman el liderazgo en la revitalización de las comarcas despobladas.

Para ello sería deseable que:

  • Las Asociaciones animasen a la participación de todos los agentes sociales y económicos posibles de las comarcas. Las redes sociales pueden ayudar a activar la participación.
  • Las Asociaciones de zonas despobladas cooperasen entre sí: trabajasen de forma coordinada, intercambiasen experiencias y buenas prácticas.
  • Las estrategias comarcales se revisaran y completaran, teniendo en cuenta una nueva ordenación del territorio (ya plasmada o no en planes de ordenación).
  • Los equipos técnicos se reforzasen con mayor número de técnicos, ideas y compromiso.
    Parte de los fondos FEDER y FSE se aplicasen con enfoque Leader